El último trimestre del año es crucial para las tesorerías de las empresas mexicanas, ya que están a tiempo de diseñar el mejor plan financiero y asegurar un manejo efectivo de los recursos. Si bien el 2024 estuvo marcado por la volatilidad que provocaron las elecciones, el 2025 plantea nuevos retos derivados de estas transiciones en las presidencias, así como la próxima revisión del T-MEC.

Estructurar el mejor plan financiero suele ser complicado, por lo que los expertos de Banco BASE comparten diez puntos clave para construir un presupuesto anual sólido y estratégico.

1.- Definir objetivos claros: Asegúrate de establecer OKRs y KPIs que sean claros y fáciles de medir. Lo recomendable es que estén alineados al plan estratégico y pensados a mediano y largo plazo.

2.- Analizar el contexto: Examina el histórico de la empresa, identifica tendencias y patrones, sin olvidar evaluar el posicionamiento macro y micro. Además, recuerda que manejar las cuentas por pagar y por cobrar de forma eficiente, ayuda a reducir tiempos de cobro y mejora la relación con proveedores.

3.- Proyectar ventas: Con base en datos históricos y análisis de capacidades, define metas realistas, pero retadoras.

4.- Estimar costos y gastos: Basa tus estimaciones en la información más reciente y contempla variables fiscales y costos indirectos que vayan alineados a la proyección de ventas, como contratos firmados con clientes y proveedores.

5.- Determinar inversiones en CAPEX: Prioriza inversiones con alto potencial y planifica la asignación óptima de capital. Asimismo, puedes reducir riesgos financieros con coberturas y seguros.

6.- Gestionar el flujo de efectivo: Evalúa necesidades de capital de trabajo y considera la circularidad entre flujo y costo de financiamiento.

7.- Evaluar riesgos y mitigantes: Identifica riesgos y desarrolla estrategias de mitigación para minimizar la incertidumbre.

8.- Plantear distintos escenarios: Desarrolla planes de contingencia y evalúa alternativas para distintos contextos posibles. Para cada escenario en flujo, mide las consecuencias, rentabilidad y métricas de endeudamiento/apalancamiento.

9.- Involucrar stakeholders: Integra perspectivas diversas para enriquecer el proceso y evitar sesgos. Considera hacer checks & balances para evitar sesgos en planteamientos.

10.- Monitorear, ajustar e informar: Implementa sistemas de seguimiento de las metas y permite cierta flexibilidad para ajustar el presupuesto según sea necesario.

No dejes a la suerte el futuro de tu empresa, contar con asesoría especializada, como la de Banco BASE, expertos en divisas y pagos internacionales, puede hacer la diferencia para devolverle el control a la tesorería de tu empresa. Contáctalos y prepárate para el 2025 con confianza.