Hay un producto que está cada vez más caro en Walmart: sus acciones. En un solo año subieron 67 por ciento de precio… las de Walmart Inc.

Para las de su compañía en México la cosa es diferente, aquí la empresa se abarata más rápido que un martes de frutas y verduras.

Ayer se hizo evidente la diferencia de comportamientos entre la matriz y su empresa mexicana cuando el corporativo global presidido por Doug McMillon, presentó resultados trimestrales.

Dos factores pueden pesar en el comportamiento nacional: el aumento de los costos que paga la empresa y, posiblemente, el aumento de la competencia de dos compañías: Chedraui y La Comer.

¿Sus costos? Principalmente un costo: los salarios. Recuerden que Walmart no es precisamente generosa con sus empleados y el incremento del salario mínimo en el país vino a golpearla dos veces, en 2023 y en 2024 cuando se elevaron 20 por ciento anualmente.

Solo en 2024 se elevó de unos 6 mil 200 pesos mensuales, a casi 7 mil 500 pesos. Si todo sigue como espera la presidenta Claudia Sheinbaum, es posible que hacia el final de su mandato estemos viendo sueldos que superen los 11 mil pesos, para quienes menos cobran en el comercio formal.

¿Consecuencia? Walmart de México no puede regresar a los días en que obtenía una utilidad (EBITDA) de casi 12 pesos por cada 100 que les cobran a ustedes en caja. Ahora, sus directivos batallan para que no caiga del 10 por ciento y eso no gusta a los accionistas.

Luego está lo de Chedraui, que ataca principalmente en el centro y sur del país precisamente a quienes ponen atención a clientes que cuidan cada peso que gastan. La Comer busca en buena medida a los mexicanos de ingresos medios y altos que gustan de comprar en Fresko y City Market mientras devoran pinchos y un expreso.

Son batallas por dos frentes para la mayor cadena de supermercados de este país.

La ayuda puede venir del norte, de eficiencias provocadas por esa ola de la que ustedes ya escucharon y ojalá estén haciendo algo al respecto.

“Hemos utilizado la IA generativa para mejorar nuestro catálogo de productos. La calidad de los datos de nuestro catálogo afecta a casi todo lo que hacemos, desde ayudar a los clientes a encontrar y comprar lo que buscan, hasta cómo almacenamos el inventario en la red y cómo entregamos los pedidos”, reveló hace poco Doug McMillon, presidente global de la compañía que da vida a Arkansas, Estados Unidos.

“Hemos utilizado varios modelos de lenguaje grandes para crear o mejorar con precisión más de 850 millones de datos en el catálogo. Sin el uso de la IA generativa, este trabajo habría requerido casi 100 veces la cantidad de personal actual para completarlo en la misma cantidad de tiempo”, agregó.

¿Resultado? Allá reportan que los márgenes de utilidad de sus supermercados de todo el mundo siguen una tendencia ascendente.

Las cosas no se van a quedar estancadas en México y en Centroamérica.

Walmart de México aprovecha nuevos mercados y recibirá la tecnología probada en otras latitudes por su empresa ‘madre’:

“Al igual que en otros mercados, nuestro equipo de Walmex está haciendo crecer el comercio electrónico, agregando nuevos negocios, incluidos el mercado y la publicidad, y convirtiéndose en un minorista omnicanal”, dijo ayer McMillon.

“Estamos viendo resultados tangibles tempranos de la implementación de la IA generativa. Dudo un poco en hablar de IA porque sé que alguien escuchará esto en los próximos meses y años y se reirá de lo anticuado que suena dada la rapidez con la que cambian las cosas”, bromeó durante una conversación con analistas.

Atención, Walmart de México no solo obtiene datos de ventas de abarrotes y verduras.

McMillon estuvo en el país la semana pasada. Tomó datos del comportamiento del negocio de teléfonos móviles Byte; también del de servicios financieros, Cashi, y los de atención médica que ya dio receta a una población equivalente a los 400 mil que llenan el Autódromo Hermanos Rodríguez en un fin de semana en el que corre Checo Pérez.

Walmart está pensando con cerebros que no son humanos. Esa tecnología está disponible para cualquiera que acopie datos de sus clientes y se tome el tiempo de revisarla.